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El plagio y la piratería constituyen grandes preocupaciones de las personas que trabajan en el ámbito creativo. Sabemos que ambos fenómenos ocurren, son extendidos y, a pesar de cuanto se haga en contra, siempre habrá gente deshonesta que robe las creaciones ajenas. Al mismo tiempo, se recomienda que los autores tengan un blog, publiquen eBooks y coloquen sus textos en la red, lo cual ocasiona que muchos se pregunten: «¿Eso no es como darles en bandeja contenidos a los plagiarios y piratas para que se sirvan a su gusto? ¿Es posible que, en lugar de hacerme conocido como autor, alimente a otro que se va a nutrir de mi trabajo o que, en lugar de vender mi libro, un pirata se beneficie a mi costa? ¿No me pongo en un gran riesgo si publico digitalmente?». Como consecuencia, varios autores inéditos y noveles, aunque se sienten tentados por las oportunidades que ven en Internet, están asustados, asediados por esas pesadillas de convertirse en víctimas del plagio y la piratería.
En primer lugar, advierto que tal preocupación es muy anterior al Internet y las publicaciones electrónicas. Cuando estos temas no estaban en la palestra, los autores noveles preguntaban: «¿Será peligroso enviar mi manuscrito a un concurso o una editorial? ¿Se podrán robar mi trabajo y publicarlo en nombre de otro?». Entonces, la respuesta era clara: se recomendaba registrar el manuscrito antes de enviarlo; si se trataban de relatos o poemas sueltos, no suficientes para constituir un libro, participar solo en concursos organizados por instituciones de buena reputación; si se deseaba hacer llegar una propuesta a una editorial, establecer algún contacto previo y averiguar quién la iba a recibir, no entregar un original entero a ciegas.
Con el auge de las publicaciones digitales han aparecido nuevos modi operandi y otros temores, más o menos justificados. En esta entrada, abordaré esas pesadillas de los autores, los casos en que suelen hacerse realidad y las medidas de protección que pueden aplicarse.
Pesadilla n.º 1. Alguien toma una entrada o un texto de mi blog y lo publica en el suyo sin mencionar mi autoría ni enlazar a mi página.
Para más inri, el blog del plagiario tiene más visitas que el del autor. Cuando se publica el texto en cuestión, este recibe un montón de comentarios y es ampliamente difundido en las redes sociales. Además, el plagiario tiene publicidad o actividades comerciales en su página, así que, como diríamos en Venezuela, está ganando indulgencias con escapulario ajeno.
¿Quiénes son las víctimas frecuentes?
Los blogs populares o las entradas más populares de nuestros blogs. Se plagian con mayor frecuencia los textos de no ficción, de carácter informativo, y, en ficción, más la poesía y el relato que la novela.
¿Quiénes suelen ser los culpables?
En el caso de la no ficción, personas que ofrecen productos y servicios en sus páginas u obtienen ingresos por publicidad. Requieren una gran frecuencia de publicación para mantener un buen posicionamiento en Google. En cierto momento, se les acaba la gasolina y, en vez de acudir a una de las numerosas alternativas honestas para crear contenidos, comienzan a echar mano de las entradas de terceros.
Cuando se roban textos de ficción, los culpables son individuos que “sueñan” con ser escritores, pero carecen del talento y la perseverancia para crear material de calidad por sí mismos, así que su “solución” consiste en copiar el material de otros que sí han realizado el trabajo duro.
¿Qué puede hacer un autor para protegerse?
- Subir únicamente material inédito registrado o publicado con anterioridad en revistas u otros medios (asumiendo que se tenga permiso para publicar de nuevo esos contenidos).
- Adscribirse a Google Authorship. Este programa permite que Google reconozca al autor de una entrada, lo señale en los resultados de búsqueda y ponga su foto. (Actualización del 20 de septiembre de 2014: el 28 de agosto Google eliminó dicho programa)
- Incluir en el feed una acotación de que la entrada se publicó primero en nuestro blog. Esto se puede hacer con el plugin Yoast SEO.
- Proteger el feed con Safe Creative.
- Si se ofrecen eBooks enteros gratis en un blog, poner filtros para la descarga. En vez de dejarlo como un mero clic con el botón derecho, pedir la suscripción a una lista de correo.
- Si se comparte una novela en progreso en un blog, en un foro o en Wattpad, publicarla como libro cuanto antes, para no dar tiempo a que otros tomen ventaja.
- Colocar una licencia Creative Commons en el blog. Más que una protección propiamente dicha, esta es una forma de indicar a otros cómo pueden hacer un uso autorizado de nuestros contenidos.
- Algunos blogueros activan en sus páginas una opción de eliminar la capacidad de copiar textos. Hay distintos plugins y códigos para ello. Lamentablemente, esta no es una gran solución porque los plagiarios suelen tomar contenido del feed (lo que en inglés se denomina content scraping) y no del blog propiamente dicho, y también les dificulta la tarea a quienes quieren honestamente compartir contenido.
Pesadilla n.º 2. Mi libro publicado está siendo descargado o vendido en un sitio de piratería
Como si no fuera poco lo que cuesta publicar o vender un libro, alguien que lo obtuvo lo está ofreciendo gratis o lo está vendiendo por su cuenta, con lo cual el autor pierde las regalías que se merece.
¿Quiénes son las víctimas frecuentes?
Libros superventas, populares, publicados por editoriales, con un precio elevado, únicamente disponibles en papel o en versión digital con DRM.
(Actualización del 29 de abril de 2016: Hoy en día cualquier libro, independientemente de su popularidad, precio, formato, tipo de publicación y lugar de distribución, puede caer en las garras de un pirata)
¿Quiénes suelen ser los culpables?
Personas que reconocen la popularidad de distintos textos y a la vez el hambre de libros gratis entre un gran público. Consideran que todo debe ser gratuito en Internet y enarbolan la libertad de información y la democratización del libro como excusa. Los que cobran en sus sitios sencillamente quieren sacar tajada de ese mercado que no está dispuesto a pagar el precio establecido por un libro y, como no han invertido ningún esfuerzo en esa publicación, todo lo que obtengan es “ganancia”.
¿Qué puede hacer un autor para protegerse?
Si un autor es publicado de modo tradicional, poco puede hacer para evitar que su libro sea pirateado, ya que la editorial ha tomado la decisión del formato, del precio y de la distribución.
Hay quienes dicen que la piratería ayuda al autor, le da más popularidad y no reduce sus ventas, sino que apela a ese público (similar a los piratas) que igual no estaría dispuesto a pagar por el libro. Tales opiniones están bien fundamentadas y entre sus adeptos se cuenta Paulo Coelho. Sin embargo, yo no comparto esa mentalidad porque equivale a decir que lo ilegal está bien mientras me beneficie o no me perjudique y eso demuestra muy poca solidaridad ciudadana. Entonces, mis recomendaciones son:
- Dar el ejemplo. No usar sitios de piratería y adquirir libros legalmente. Si un libro nos parece caro, acudir a bibliotecas, comprar ejemplares de segunda mano o estar pendientes de los descuentos en nuestras tiendas preferidas. Cada individuo que siga estas buenas prácticas contribuye a hacer una diferencia, mientras que los piratas quedarán como renegados.
- Abogar por un mayor acceso al libro, en diferentes tiendas, formatos, territorios y dispositivos de lectura, incluyendo los servicios de préstamo legal o de suscripción. El DRM penaliza al comprador honesto y no detiene al pirata decidido. La prueba es que esos sitios piratas están llenos de libros que en sus canales de venta legales tienen DRM.
- Al autopublicar, incluir siempre una página de copyright, donde se indique que todos los derechos están reservados y se prohíbe hacer copias no autorizadas del libro. Esto también se aplica a los eBooks gratuitos.
Pesadilla n.º 3. Alguien robó nuestro manuscrito o nuestro libro, le ha cambiado el título y algún que otro detalle, y le ha puesto su nombre como autor.
Para colmo, lo está vendiendo y está teniendo un éxito rotundo. Lo han entrevistado y reseñado no sé cuántas veces, el plagiario es un famoso o un pez gordo, tiene dinero, una gran red de contactos y, si se nos ocurre denunciarlo, nos aplastará como a una cucaracha.
Aunque existen libros y películas sobre el tema, es improbable que esta pesadilla se haga realidad (por eso, no voy a tratar víctimas y culpables frecuentes). ¿Qué lógica tendría hacer algo así?
Si se trata de un manuscrito inédito, ¿por qué una editorial se tomaría el trabajo de dárselo a otro autor para que le coloque su nombre y con ello poner en juego su reputación? Si la obra ha sido enviada a un concurso, ¿por qué no premiar al autor verdadero en vez de correr semejante riesgo? ¿Por qué sacar a la luz un manuscrito ajeno en vez de contactar al autor para un contrato de verdad? Si un autor es reconocido y se siente orgulloso de su propia creación, ¿por qué robaría la de otro? En caso de ser descubierto, su obra entera quedaría en tela de juicio.
Si se trata de un libro publicado, aunque no haya contado con gran éxito de ventas, ¿por qué arriesgarse a plagiarlo si la prueba está rondando en el mercado?
A pesar de estas consideraciones, sabemos que sí hay casos de plagios textuales recientes, perpetrados por famosos (no diré nombres), donde estos han sido descubiertos, puestos en evidencia y castigados. Si uno tiene la razón y la prueba, por muy pez gordo o tiburón que sea el plagiario, sí se puede hacer algo, pero para eso hay que tomar medidas con antelación.
¿Qué puede hacer un autor para protegerse?
- Inscribir su obra en el Registro de la Propiedad Intelectual de su país de residencia antes de publicarla o de enviar el manuscrito a agentes, editoriales y concursos. En España, el trámite es sencillo y barato, se puede hacer en varias ciudades y hasta por vía telemática. En los países latinoamericanos, cada quien tiene que averiguar cuál es el organismo oficial que se encarga de ello. Cuando yo vivía en Venezuela, el registro solo se podía efectuar en Caracas (en el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual), no era tan rápido y no se podía terminar en un día.
- Quienes vivan en un país con mucha burocracia y dificultades relacionadas con el paso anterior pueden acceder al U.S. Copyright Office, que permite registrar libros inéditos en línea, de autores no residentes en EE.UU., si sus países han firmado tratados internacionales de copyright. Más información al respecto puede hallarse aquí.
- Subir la obra a Safe Creative. Este un registro online, privado, con servicios gratuitos y de pago. Lo recomiendo más como medida provisional o refuerzo que como única protección. Sobre la eficacia de este registro en comparación con los oficiales puede leerse aquí.
- Existe un método, conocido como poor man’s copyright, que consiste en enviarse a sí mismo por correo postal un sobre con el manuscrito y mantenerlo cerrado, ya que el matasellos dará fe de la fecha de envío. Sin embargo, dicho método ha sido cuestionado y muchos no lo consideran una prueba válida.
- Guardar siempre borradores de nuestra obra en distintos formatos (como documento de Word, en PDF, en papeles escritos a mano) e imprimir copias del manuscrito aunque solo lo estemos distribuyendo digitalmente. La idea es conservar todas las pruebas posibles de que somos los autores de un texto.
- Si hemos enviado electrónicamente a otros copias de nuestro libro, conservar esos mensajes en nuestro buzón de correo.
Por supuesto, estas medidas no previenen el plagio, sino que nos dan herramientas para luchar en la arena legal y demostrar nuestra autoría en caso de que otros se roben nuestra obra.
La única manera de evitar por completo ser víctimas de plagio o piratería es no hacer públicos nuestros textos. ¿Vale la pena pagar ese precio por algo que quizás nunca nos pase o que, si sucede, podemos combatirlo al haber tomado las precauciones debidas? ¿Acaso las ventajas de tener una plataforma de autor, contactar con nuestros lectores en nuestro blog o las redes sociales, y publicar por medios impresos y electrónicos no superan con creces los riesgos de plagio y piratería? Según el equipo de Smashwords, la oscuridad es una mayor amenaza para los autores.
Entonces, no nos queda más que agregar estos cuidados a la lista de tareas previas a la publicación de nuestros textos, para que podamos seguir dando a conocer lo que escribimos sin miedo.
(Entrada actualizada el 23 de agosto de 2022)
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Buenos días, Valentina,
me encanta tu blog. Llevo tiempo ojeándolo y saco bastantes cosas en claro. Antes de comentar-comentar te diré que Google Authorship ya no funciona. Molaba mucho, era una erramienta genial para los autores pero papá Google cambió las normas de juego.
Vale, al lío:
Soy autor desde el 6 de julio de 2014, momento en que saqué mi primer libro a través de la web Amazon, en principio solo en formato electrónico. El libro trata sobre puntos extendidos de mi Blog, que analiza la realidad desde la perspectiva del Pensamiento Lateral. Este blog fue lanzado hace un año y cada día escribo un artículo diferente de entre 400 y 1200 palabras. Es mucho contenido…desde luego soluciones como Safe Creative quedan fuera de los parámetros válidos porque me paso de enlaces gratuítos y el blog (como tal) no me reporta ingresos.
Ahora bien, el libro se ha posicionado como no me esperaba. Por ejemplo de 49.108 libros sobre empresa o mejora empresarial/mejora personal mi libro ha conseguido ponerse el Nº63. Digo «ponerse» porque no he hecho ningún tipo de publicidad, ha sido todo cosa del boca a boca.
Te cuento mi estrategia. Lo primero que hice fue presentar durante más de seis meses un artículo diferente, entretenido, ameno, con contenido, y a ser posible con humor, sobre algo común examinado desde un prisma diferente. Mientras tanto escribía el libro y buscaba editoriales. Tras 67 editoriales tanto web como presenciales decidí que Amazon era la única que al menos me respetaba como escritor. Si Amazon trata «no demasiado bien» al gremio imagina la ilusión que me hicieron las otras 66, algunas de ellas no concibo que puedan seguir existiendo, e incluso creo que cometen ilegalidades…
El caso es que salió el libro y comenzó a venderse como la espuma. Tras una larga conversación Amazon-abogado-yo modifiqué el texto original añadiendo un comentario sobre el Copyright. ¿Sabes eso de «está prohibido copia-reproducir…blablabla…sin la autorización previa y por escrito del titular del copyright»? Pues modifiqué ese texto (en España se puede según qué editorial y contrato) poniendo:
«Queda rigurosamente autorizada mediante este escrito del autor cualquier forma de reproducción, total o parcial de los contenidos de esta obra; bajo la premisa de mención de la fuente original . En caso contrario (de no mención) la copia en cualquier formato quedará sometida a las sanciones establecidas por la ley.»
El comentario generó un 400% más de ventas, y manteniéndose. Las visitas aumentaron cerca del doble y los seguidores crecieron más aún en las diferentes redes sociales. El libro, para que conste, cuesta 99 centavos, u 89 céntimos, y vendo entre tres y cuatro copias diarias sin ningún tipo de publicidad salvo algún comentario como este en algún blog de lecturas y la imagen que tengo en mi blog que lleva al portal de Amazon.
Hasta ahí el formato electrónico. El libro físico será publicado (con suerte) en un par de semanas a 5 euros en tienda, y ya ando trasteando la copia de prueba que me envió la editorial (que contiene el texto del copyright actualizado). Dentro de seis meses liberaré en ePub el libro completo con tres o cuatro páginas a intervalos regulares que informan de que vivo de esto, y que si les está gustando el libro pueden adquirirlo en varios formatos, pero solo si creen que pagar por él 0,99 centavos es justo, y que de lo contrario pueden mandarme un email para proponer el precio ellos mismos o donar la cantidad que deseen en mi botón de PayPal-Donations.
Tras ello, a mediados de 2015 publicaré el 75% del segundo volumen (es una colección) en ePub, pdf y mobi totalmente gratis si la gente se suscribe a mi Newsletter. Se lo enviaré personalmente por correo una vez se hayan suscrito. La copia física se venderá de igual modo a unos 5 euros en tienda (hablamos de 150 páginas).
Hasta ahora mi estrategia me está garantizando unas ventas totalmente inesperadas, aunque el bajo coste del libro Online me da un beneficio muy bajo como para ser considerado. De momento sigo la estrategia de:
– Online como promoción, para captar lectores, darme a conocer y hacer contactos.
– Papel: ganar algo de dinero extra además de mi trabajo de lunes a viernes.
Además en la versión en papel irá incluido un pequeño texto que aliente a pasar el libro a quien se crea que lo leerá o quien le sacará partido. De nada sirve un libro en tu biblioteca que no leerás nunca más en tu vida. Por eso animo a que sea donado, compartido, relagado, incluso a organismos y bibliotecas (donde seguro se acabará buscando en unos años).
Como ves mi miedo a la copia es casi nulo, y la fomento. Es cierto que tengo una idea del copyright muy diferente de la que nació hace ya tanto tiempo, más que nada porque soy una persona pragmática y sé que quien quiera copiarlo lo hará (se pongan las medidas de «protección» que se pongan), así como se copian películas, documentales, etc.
Hace no mucho me mandaron el ePub de un libro llamado «Pequeñas historias de la historia». Tras devorarlo busqué a la autora, y como no tenía botón de donar compré un libro en formato bolsillo que regalé a mi padre. Este modelo solo funciona con personas de alto civismo, lo sé, pero me gustaría dar a la sociedad la oportunidad de ser más justa.
Buenas tardes, Marcos.
Agradezco tus palabras sobre mi blog y el hecho de que compartas tu experiencia.
Es cierto que Google Authorship ya no funciona. Acabo de añadir una actualización a mi entrada. También me gustaba mucho ese programa. Resultaba útil para los autores cuyo nombre no coincide con el de su página web y me parecía un modo de destacar a quienes creaban contenidos originales (lo cual toma tiempo y esfuerzo).
Escribir todos los días en un blog tiene mucho mérito y te felicito por ello. Considero que, para libros de no ficción, una estrategia de ventas enfocada en un blog da muy buenos resultados, como lo demuestra tu experiencia con Pensamiento Lateral.
Fue muy ingeniosa tu forma de incluir una licencia de uso en la página de copyright de tu libro. A mi juicio hay una diferencia entre copiar y compartir contenidos. Si se reconoce la autoría de un texto y no se está usando para fines comerciales, en líneas generales no hay problema; de hecho, el autor se beneficia de la cita o mención en otras fuentes. Cuando no hay mención del verdadero autor y un tercero publica el texto como si fuera suyo, allí tenemos un plagio y sí abogo por luchar contra esa clase de prácticas.
En cuanto a la posibilidad de que el lector pague lo que le parezca justo por el libro, eso se puede hacer con Gumroad, la plataforma en la que estoy vendiendo mi novela desde el blog. Se establece un mínimo (que puede ser cero) y, a partir de allí, el interesado tiene la opción de poner el precio, de un modo rápido y automatizado. Yo misma lo probé como promoción “Pague lo que quiera” el año pasado, aunque en mi caso no fue más rentable que mantener el precio estándar.
Se ve que andas muy bien encaminado con tus publicaciones. Quizás te puedas permitir subir el precio regular sin que la cantidad de ventas sea afectada. Es cuestión de experimentar.
Saludos, éxitos y feliz fin de semana.
Hola. Pienso que, como todo en la vida, todo exceso es malo.
En el primer caso que comentas, sobre si te copian las entradas de un blog, Te puedo asegurar por experiencia que si te copian mucho a la larga te perjudican y seriamente. Esto es porque, cada vez mas, don Google considera de baja calidad los contenidos que se repiten en páginas diferentes, y aunque reconozca a un autor, en la práctica le importa un comino; como si el autor de esas entradas tuviera la culpa de que lo copien.
Luchar contra los copiones es como luchar contra ratas, y te hace perder mucho tiempo.
El daño emocional, y hasta físico (subidas de presión y otras cosas) que producen los plagiadores no es poco. Comunicarse con ese tipo de gente es una porquería.
Para Coelho, que es súper conocido, no es tan malo porque él nunca va a ver una obra suya con otro nombre, las reproducen ilegalmente pero diciendo que son de él; pero con los autores nuevos no es así, además de copiar se lo atribuyen.
Mas a pesar de todo, igual vale la pena publicar, pero es algo que hay que pensarlo muy bien. Si alguien publica en digital y nadie le copia o muy pocos, puede ser porque: o estás muy mal posicionado en el buscador o en la plataforma donde publiques, o escribes algo que a casi nadie le interesa, o es simplemente una porquería.
A mí lo que mas me fastidia es la hipocresía, porque cuando roban algo es porque «la internet es libre», pero cuando les roban lo que robaron chillan como las ratas que son ¡Jaja! Y si no publicas en internet, te lo suben porque despreciaste ese medio y hay necesidad de que ese contenido este online, y si lo haces, ¡caíste! En la interne el contenido es libre ¡Jaja! Es lamentable. Bueno, saludos.
Saludos, Jorge. Agradezco que compartas tus impresiones y experiencias sobre el tema.
Te doy toda la razón en que luchar contra los plagiadores es horrible, por el daño emocional que nos causan y el tiempo que nos hacen perder. Por eso, mucha gente que descubre sus contenidos copiados prefiere dejarlo pasar, pero lamentablemente esa no es la mejor actitud. La impunidad estimula el plagio. Los autores originales sí cuentan con diversas posibilidades de acción (que serían objeto de otra entrada), ya que ni Google ni WordPress ni los proveedores de hosting quieren páginas que cometan infracciones de copyright.
También opino que, por paradójico que parezca, un texto está más protegido en Internet que en una publicación impresa local, de distribución restringida, porque entonces te afecta la oscuridad de la que hablaba Mark Coker y, de todos modos, no hay garantías de no ser copiado.
No dejemos de aprovechar las ventajas de los medios digitales por los problemas y la gente deshonesta que encontremos en el camino.
Hola Valentina, un saludo!
El contenido de tu blog me ha ayudado mucho a informarme de los asuntos relacionados con publicación de textos, protección, etc de lo que no tenía idea y en lo que estoy interesada en este momento. Gracias por compartirlo.
Tengo una pregunta respecto al punto que mencionas en esta entrada de «…pueden acceder al U.S. Copyright Office, que permite registrar libros inéditos en línea, de autores no residentes en EE.UU…..» y es: en caso de acudir a la vía de registro antes mencionada, podría también realizarse el registro en el país de residencia o son excluyentes?.
Gracias por tu atención.
Hola, María Ysabel. Gracias por tu comentario. Me alegra saber que mi blog te ha servido de ayuda.
Con respecto a tu pregunta: sí puede registrarse una misma obra en diferentes países, pero sería redundante (a menos que quieras acceder a alguna ventaja especial que te otorgue el registro en tu país de residencia o en los EE.UU.), ya que existen acuerdos internacionales de protección de derechos de autor. Aquí puedes leer una circular acerca de los tratados firmados entre los EE.UU. y otros países. También te recomiendo revisar las preguntas frecuentes de la U.S. Copyright Office, si te interesa registrar tu obra allí.
Saludos y feliz domingo.
Gracias Valentina !
Saludos !
Hola Valentina,
Genial recopilación de los males que afectan a la publicación de ebooks. Un debate muy interesante. En mi caso concreto y como habéis expuesto más o menos por aquí, mi opinión es la siguiente:
Pongo mis ebooks en el mayor número posible de librerías online. En cuantas más estén, más fácil será descargar una copia y la excusa de «no está en mi librería favorita, me lo descargo pirata» no podrá tenerse.
Coloco un aviso al principio del ebook, parecido a lo que dice Marcos, en el que recuerdo que si han conseguido el ebook por otras vías sin pagar o quieren regalar un ejemplar, pueden hacerlo desde cualquier librería online. Tal vez le dé una vuelta al tema con las sugerencias de Marcos.
Pongo un precio bajísimo. Siempre va a haber gente que diga que no pagan por algo si pueden conseguirlo gratis. Pero muchas veces piratear supone un coste en tiempo y molestias. El precio de mi novela está en 1,99 euros para esto.
Aunque tengo este aspecto un poco abandonado, voy a empezar a jugar de nuevo con el precio y a ponerlo gratis unos días.
Gracias a que fui haciendo promoción en mi blog de la novela, ahora cuando buscas El Consultor en Google aparezco en cuarto lugar. Eso siempre ayuda.
Si todo lo demás falla, bueno, me consuela saber que los piratas no se descargan basura. Si se toman tantas molestias en hacerlo será porque les ha gustado mucho. Y gracias al boca a oreja, alguien que no quiera pasar por una carrera de obstáculos lo adquirirá en las librerías en las que está.
Eso sí, me ha dejado perplejo que haya gente que copie todo un libro, le cambie el título, la portada y le ponga su nombre. ¡Qué miedo!
Hola, Eduardo.
Gracias por pasarte por mi blog y dar a conocer tu opinión sobre el tema de la entrada. Considero que ofreces puntos muy válidos para que no surja la necesidad de piratear eBooks. Desde que estoy en el mundo de los libros electrónicos, he notado que la mayoría de la gente rara vez compra en una librería online donde no lo haya hecho nunca y, para muchos, un precio «alto» (digamos superior a 10 euros) genera la tentación de buscarse la versión gratis pirateada. Como menciono en la entrada, lo que se piratea suele ser muy popular; por eso, hay autores que no ven problema con esa clase de prácticas.
Jugar con los precios y permitir las descargas gratuitas sigue siendo una estrategia de promoción válida. Hay mucho que se puede hacer en el ámbito del marketing, pero el tiempo y las energías no siempre alcanzan para probarlo todo.
Por otra parte, he oído del temor del plagio desde que tengo memoria. Hasta ahora no he sabido de nadie que se haya copiado un libro electrónico entero, pero la creación de libros basados en materiales de terceros distribuidos por Internet y la copia de fragmentos o secciones enteras de otras publicaciones para incluirlos en la propia sí se ha dado (esto último sobre todo en el medio académico).
mi pregunta es que si para vender en gumroad solo se puede con obras en ingles o tambien puedo vender mi libro en español, la otra pregunta es como recibo las ganancias por la venta de las descargas ahi¿
Hola, Obed. Sí puedes vender tu libro en español por medio de Gumroad. De hecho, yo ofrezco mi novela Fantasía y fuga allí. Recibirás las ganancias a través de tu cuenta de PayPal, cuando acumules un mínimo de 10 USD. Esa es la única manera de recibir los pagos de Gumroad si resides fuera de los Estados Unidos. Saludos.
Hola, con respecto a la pesadilla nº3 -el plagio de un ebook entero- creo que ya existen casos y no perpetrados por personajes famosos, sino simplemente por granujas que se aprovechan del esfuerzo ajeno. Es un problema prácticamente imposible de prevenir; pueden locarlizarse fácilmente con herramientas como Copyscape o incluso mediante Google textos o partes de ellos repartidos en webs y blogs, pero hasta donde yo sé no existen -de momento- aplicaciones para sondear ebooks; igual me equivoco y estoy quedando como un ignorante rotundo, pero creo que a día de hoy es así.
Yo pienso que este problema podría prevenirse a través de dos medidas conjuntadas. De una parte, todo ebook debería disponer de un certificado de autoría, tipo Safecreative u otro; y además, ese sistema de registro de propiedad intelectual debería disponer de una especie de motor de búsqueda interno, de tal modo que con cada nuevo libro pendiente de registro dicha herramienta escanease todos los textos registrados previamente para detectar la presencia de páginas, capítulos (y por supuesto, libros enteros) en el nuevo candidato a registro respecto a alguno ya incluido en la base de datos del registro. Si al menos las grandes plataformas de autoedición exigieran ese certificado de autoría y existiera ese registro con dicha utilidad de comparación previa (se entiende que descartando los casos de plagio flagrante), los plagiarios quedarían confinados a webs y blogs personales y no competirían con los readores genuinos en dichas plataformas.
¿Demasiado utópico, tal vez?
Hola, Alberto. Agradezco mucho tu aporte. La idea de que las plataformas implementen algún sistema de reconocimiento de autoría y prevención de plagio me parece muy buena. Tampoco he sabido de aplicaciones para sondear eBooks. En el medio académico existen programas bastante costosos creados con el fin de escanear trabajos de grado y evitar el riesgo de otorgar una buena calificación a alguien que haya copiado material ajeno.
Para responder a la pregunta sobre la utopía, considero que el problema consiste en el esfuerzo de desarrollo que requiriría tal aplicación, que por supuesto va más en beneficio de los autores que de las plataformas (interesadas fundamentalmente en las ventas). De todos modos, toda gran obra comienza con una idea. ¿Por qué no pensar en su ejecución?
En efecto, Valentina, el problema es que esas medidas beneficiarían a los autores, aunque también la imagen de las plataformas de autoedición y del registro de autoría verían mejorada su imagen por cuanto que suscitarían mucha mayor confianza en su clientela potencial. Yo no entiendo de software, algoritmos, bases de datos y demás elementos implicados en la creación de un sistema de escaneado que confrontase cada nueva petición de registro con las obras ya almacenadas, pero algo me dice que no debe de ser tan complicado como pudiera parecernos a los profanos. Es curioso que las opciones de pago de dichos registros de autoría intenten seducir a sus posibles clientes con una serie de servicios adicionales, y sin embargo ignoren una herramienta de ese tipo. En cuanto a las plataformas de autoedición, quizas prefieran no implicarse con la exigencia de un certificado de autoría previo para dar ofertar una menor tramitación posible; y pensando mal, porque si alguien copia un libro ya publicado en su plataforma, obtiene dos fuentes de ingresos diferentes por un mismo texto.
Veo difícil que esto cambien, pues sea cual fuere la razón de ese aparente desdén por la prevención del plagio, la respuesta en ambas casos siempre es la misma: ellos no están para combatir el plagio, sino para ofrecer, respectivamente, un registro de autoría y servicios de autopublicación. Pero la aplicación conjunta de esas dos medidas que propongo tranquilizaría mucho a los autores. No sé, quizás alguna plataforma de desarrolladores web se interese por ello, pero poco o nada puede hacerse sin la implicación de las partes implicadas -registros de propiedad intelectual, plataformas de autoedición y, por supuesto, también los autores-.
Un saludo.
Hola, Alberto. Gracias por tu nuevo comentario. Tienes razón: es necesaria la participación de todas las partes implicadas para que esta idea pueda llevarse a cabo. Creo que desde la perspectiva de los autores todo lo que proteja nuestros contenidos originales es bienvenido. Crear textos de calidad y pulirlos en forma de un manuscrito o un libro cuesta bastante trabajo; en cambio, aprovecharse del material ajeno es una tarea bastante sencilla. De hecho, muchos desconfían de la publicación digital en todas sus formas por esta causa.
Tampoco creo que sea técnicamente tan complicado el sistema de escaneado que propones. La mayor dificultad consistiría en convencer a los registros de autoría y las plataformas de la necesidad de la herramienta. Aunque tengan diversas obras en sus bases de datos, puedo imaginar que estos contenidos quizás nunca hayan sido revisados, sino que simplemente se han subido a un servidor que los almacena. En cualquier caso, considero que valdría la pena defender la iniciativa y buscar alguna manera de ejecutarla.
Saludos y feliz fin de semana.
En efecto, Valentina, el problema es menos técnico que humano, sencillamente ni registros de autoría ni plataformas de autopublicación parecen dispuestas a aplicar esas dos medidas conjuntadas que nos librarían de muchísmos quebraderos de cabeza. La decisión de publicar online siempre conlleva riesgos de bribonería ajena, y si uno lo medita seriamente es como para pensárselo dos veces. Claro, dejar pudrir en el cajón una historia largamente elaborada es un sinsentido, pero la indefensión de los creadores no es menos desoladora…
Ojalá alguien con medios e influencias dé el primer paso.
Saludos.
Como autora, entiendo muy bien lo que significa poner en la balanza el riesgo (no solo de bribonería ajena, sino también de tantas situaciones relacionadas con la publicación y las ventas) y el deseo de dar a conocer las obras en cuya elaboración hemos puesto tanto empeño. Mil gracias por este debate, Alberto, y me sumo a tu deseo. Saludos.
Hola, Valentina
Estoy de acuerdo en todo lo que dices excepto en un punto: no sólo los superventas son objeto de piratería. Mi libro, por ejemplo, ha sido pirateado varias veces y soy una escritora independiente que acaba de empezar. Es una situación bastante frustrante y, en cierto modo, inexplicable (¿para qué piratear un libro que no conoce casi nadie?).
Un saludo y enhorabuena por el blog,
Mayte
Hola, Mayte. Gracias por tu comentario. Tienes razón en lo que dices. Ya he escuchado lo mismo entre varios autores que no son superventas o acaban de publicar sus libros. Sí es una situación frustrante porque cada vez surgen más páginas de descargas ilegales, el autor tiene cosas mejores que hacer que perseguir piratas y hay un problema moral de fondo, dado que la gente que no está dispuesta a pagar por ningún libro acude a esos que se roban el trabajo ajeno y lo ponen a disposición de otros, sin pensar en la inversión de tiempo, dinero y esfuerzo que hemos realizado como autores.
Con respecto a la pregunta de para qué se piratean tantos libros, independientemente de lo (des)conocidos que sean, creo que eso tiene que ver con el hecho de que las páginas pirata están cuajadas de publicidad. A mayor oferta, más probabilidad de atraer visitas que les hagan ganar dinero con esos anuncios. Es lamentable, de verdad.
Acabo de agregar una nota a la entrada, para dar cuenta de que la piratería puede afectar a cualquier autor. Saludos.
Hola, felicidades por este gran blog, Valentina. Te comento que yo ando publicando mis novelas por Amazon pero cada vez hay mas revendedores/piratas… incluso mi libro Guerrero Inmortal del Bajo Mundo 2: el juicio del hacha… que estoy casi seguro ni se ha vendido, de pronto lo encontré en Ebay. Increible el descaro de esa gente, no estoy totalmente en contra de la piratería, porque por un lado admito que a falta de dinero(màs no por querer perjudicar al autor), no siempre compro los libros originales, sino que los descargo de gratis o compro un ejemplar pirata en físico que cuesta menos… pero ojo, sólo cuando verdad no tengo para comprar el original e incluso luego suelo comprar el original porque es lo que le corresponde al autor, recibir regalías por las ventas… sin embargo pienso que esto sólo es aplicable en países como el mío(Venezuela), donde realmente lo original es demasiado caro y la situación económica es insostenible… la verdad, prefiero comprar de forma legal.
Y me sorprende el descaro de muchos piratas, vamos, mis libros los revenden a màs de 3 veces su precio.
Hola, Víctor. Gracias por tu comentario y por tu sinceridad. Es cierto que la piratería está desatada y sé que eBay y MercadoLibre.com (entre otros sitios web similares) están siendo usados con frecuencia para vender eBooks ilegales. Ya las descargas gratuitas molestan bastante, pero que quieran obtener dinero a costa de nuestro trabajo resulta muy caradura.
El caso de Venezuela con los libros es muy difícil y desde que tengo memoria siempre lo ha sido. Cuando estudiaba Letras en LUZ, los mismos profesores nos daban ejemplares para que los fotocopiáramos, lo cual es una forma de piratería; pero de otra manera no se podían conseguir. Íbamos a las librerías a pedirlos por encargo y no nos hacían caso. Había que deambular por negocios de segunda mano, pedir prestado, buscar en otras ciudades… El formato electrónico ha facilitado muchísimo el acceso al libro, pero con la piratería hemos llegado al otro extremo y todo está gratis a disposición de todo el mundo.
Sin embargo, pienso que haría falta una solución para que en todas partes puedan adquirirse libros electrónicos de manera legal. En Venezuela hay además el problema con las divisas, pero lectores de otros países latinoamericanos me han dicho que no disponen de tarjeta de crédito y casi todas las plataformas las exigen para la compra. Eso quiere decir que estamos perdiendo un público potencial que inevitablemente va a acudir a las alternativas pirata.
Hola. En mi caso, mi libro vendido en Amazon esta siendo ofrecido gratis en webs piratas. Creo que meter el copyrigth y registrar el libro en el Registro de la Propiedad Intelectual no puede detener a los piratas.
Hola, Lucía. Lamento que tu libro haya caído en webs piratas. Esto está pasando cada vez con mayor frecuencia. Aunque la página de copyright y el registro no impidan que un libro sea pirateado, es necesario seguir tomando estas medidas. De este modo, ratificamos nuestra autoría y dejamos claro que somos los titulares de los derechos. Nadie podrá aducir que «no sabía» que el texto no era del dominio público. Como autores, es difícil detener a los piratas porque hay un problema moral de fondo y una simbiosis entre quienes toman contenido ilegalmente y quienes lo quieren todo gratis.
Interesantes reflexiones las que haces en esta entrada.
Soy un autor que tiene un relativo éxito en Amazon con novelas de ciencia ficción… ¡y me acabo de estrenar en el mundo de la piratería! Es decir, han pirateado mis libros que veo que ya circulan por infinidad de páginas, torrents, emule… No sé si felicitarme por ser tan popular o tirarme de los pelos. Bueno, esto último no, porque la verdad, era algo que ya tenía asumido. De hecho me maravillaba que no lo hubieran hecho antes.
En fin, es inevitable combatir un tema como éste que depende más de los valores y la educación de las personas que de otra cosa. (No confío mucho en la persecución legal porque internet parece estar por encima de eso). La gran pregunta, la gran cuestión, es si realmente la piratería ayuda al escritor a difundir su obra y a la larga genera beneficios -no sólo económicos-… o es un pozo negro por donde se fugan los potenciales lectores. La verdad es que me encantaría encontrar testimonios al respecto… (aunque bien pensado dentro de unos meses yo mismo podré dar uno). Mi naturaleza optimista me inclina más por la primera opción. No se trata ni de que la justifique ni de que la bendiga -la piratería-… ni siquiera que la acepte, sino que es una circunstancia más con la que un escritor tiene que aprender a convivir, y como bien concluyes, sería absurdo que el miedo a que pirateen tu obra te impida mostrarla al público. Así que ante esta situación parece que más vale tomarsela con algo de resignación, buen humor, y esperanza de que sea para bien.
Hola, Antonio. Gracias por compartir tu experiencia. Estoy de acuerdo en que la piratería solo se puede combatir desde los valores y la educación. Las persecuciones de tipo legal o «policial», aparte de desgastantes para el autor, no solucionan el problema de raíz.
En cuanto a tu pregunta, los testimonios varían. Como habrás leído en mi entrada, hay quienes dicen que la piratería puede favorecer la difusión y la popularidad de un autor. Ana Bolox, cuando compartió sus estrategias de marketing en este blog, contó que el hecho de que hubieran pirateado su libro contribuyó a su venta de modo indirecto. Por otra parte, una autora con la que he trabajado sí estaba tirándose de los pelos porque las descargas gratis de su novela superaban con creces la cantidad de ventas que había tenido. Otros se quejan de que, además de que pierden ventas gracias a esas páginas, los piratas suben unas versiones defectuosas de los libros, que arruinan el trabajo de maquetación que uno ha realizado con tanto cuidado.
La piratería no me genera ningún sentimiento positivo. Considero que, como autores, podemos prescindir de convertirnos en policías, pero debemos abogar, cada vez que podamos, por un consumo cultural honesto, donde los creadores obtengan la remuneración merecida por su trabajo.
Esta semana he publicado mi primer ebook en Amazon y ya lo he encontrado pirateado. Es sorprendente. Sabía que antes o después ocurriría, pero con solo un ejemplar vendido y reciendo publicado… Además está a la venta por el precio mínimo y lo he puesto en KDP. Ya me voy haciendo el cuerpo para futuras publicaciones.
Hola, Sergio. Gracias por compartir tu experiencia. Siempre desagrada mucho descubrir que han pirateado nuestros libros. Como habrás leído en otros comentarios, esta plaga es ineludible si publicas un eBook.
No obstante, cuando hice distintos experimentos e investigaciones para mi libro Plataformas de publicación digital, noté que en algunas plataformas la piratería ocurre más que en otras. Por ejemplo, adscribir tu libro a KDP Select es un billete directo a las páginas de descargas ilegales, mientras que lo distribuido exclusivamente vía iBooks está muy seguro aunque no pongas DRM. En algún momento, escribiré una entrada al respecto.
Espero que los piratas no te impidan disfrutar del logro de haber publicado tu primer libro electrónico.
he aceptado la piratería como un mal necesario con mis obras de Guerero Innmortal del Bajo Mundo, apenas se ha vendido y veo gente queriendo revenderla a tres veces su precio hasta en el mercadolibre de Argentina, mejor dejo que me pirateen y cuando sea famoso, a quien haya cometido plagio como tal y los cyaberbachequeros que logre pillar los demando por plagio y ya.
Hola, Víctor. Lamento que esto te haya pasado. De por sí molesta encontrar nuestros libros en las páginas de descargas gratuitas, pero que otros los estén revendiendo por su cuenta es el colmo. Luchar contra los piratas resulta extenuante, pero en el caso de Mercado Libre hay una posibilidad de protestar. Puedes enviarle un mensaje al vendedor y solicitarle que deje de ofrecer tus obras, o puedes comunicarte con los administradores. Recuerdo haber visto hace tiempo algo de un programa de protección de derechos. Siempre es mejor atacar los problemas antes de que se vuelvan más graves.
Un epub metido en una App (conocido como book as App) es pirateable por el «hombre común» ?
Hola, Iojai. Una vez leí las siguientes palabras de un pirata: «si lo puedes ver, lo puedes piratear». Un book-as-app es una aplicación instalable en una tablet o smartphone convencional, al igual que iBooks, Google Books y Kindle, cuyos eBooks han sido copiados y ofrecidos en páginas de descargas ilegales. Lamentablemente, esa no es la solución.
DONDE PUEDO ENCONTRAR UNA MORZA COMO ESA????
¡Me encanta esa morsa, Sebastián! Es de Capt’n Sharky. Días después de tomarle la foto, volví a la juguetería porque quise comprársela a mi hijo y ya se había vendido. No formaba parte del catálogo de ese año, así que no podía pedirla. La busqué por Internet y solo encontré proveedores de segunda mano que vendían una versión más pequeña que la que ves en la imagen. Entonces, lo dejé así. Me pregunto quién será el afortunado que se quedó con la morsa pirata.
Valentina, muy agradecida con toda la información valiosa que nos permites tener.
Actualmente estoy agobiada porque quiero vender desde mi sitio web pero tengo temor que mi libro empiece a ser pirateado, ¿qué medidas de seguridad podrías recomendarnos para evitar el robo de manuscritos?
En tu libro «Plataformas de Publicación: Ventajas y Desventajas» hablas sobre la venta desde el mismo blog pero no mencionas como se puede proteger el libro para que una vez comprado en los diferentes formatos digitales (ePub, MOBI…) el usuario no pueda darlo a alguien más, por ejemplo.
Te agradecería mucho cualquier luz que me puedas brindar al respecto.
Un abrazo!
Ángela
Hola, Ángela. Gracias por tu comentario y por haber leído Plataformas de publicación digital.
La mala noticia con respecto a la piratería es que siempre puede ocurrir, independientemente de las medidas de seguridad que tomes.
Sin embargo, puedes dificultar o rastrear la piratería de las siguientes formas:
Al configurar una alerta de Google con el título de tu libro recibirás un aviso cada vez que esas palabras sean mencionadas en cualquier página. Eso incluye las de descargas ilegales. Fíjate también en algunas posibilidades de acción si haces un descubrimiento de ese tipo. Saludos.