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Uno de los artículos más populares de este blog ha sido “Cómo vender libros: tres tipos de estrategias analizadas”. Lo publiqué en 2014 y hace unos meses quise saber hasta qué punto continuaba vigente. El mundo editorial sigue cambiando y aun el de las publicaciones digitales independientes ha dado sus giros en ocho años.
Sin embargo, algo permanece: quienes viven de la escritura tienen una estrategia muy clara. Muchos autores se taladran la cabeza preguntándose cómo pueden algunos vender muchos libros de forma constante mientras ellos tienen que sudar la gota gorda para obtener unas pocas ventas al mes.
Voy a analizar tres estrategias de autores con trayectoria identificable que pueden considerarse exitosos en el sentido comercial y han explicado su método en un libro. No son los únicos que trabajan esos enfoques, pero, a mi parecer, muestran las grandes tendencias que funcionan en la actualidad. Estos autores no tienen nada que ver con aquellos cuyo único libro que vende es el de cómo vender libros.
Las estrategias pueden ser aplicadas por quienes reúnan las siguientes características:
- Han escrito más de un libro o tienen planeado hacerlo.
- Se ven como escritores. No conciben los libros como parte de su embudo de venta de servicios ni como mero ingreso extra.
- Se ven como escritores a largo plazo. No esperan sentarse a vivir de los ingresos de su ópera prima.
- Han publicado o piensan publicar de forma independiente (sin editorial).
En la visión está el quid del asunto. Se encuentran muchos manuales que proponen los libros como medios para un fin mercantil, como productos equiparables a utensilios de cocina u objetos de segunda mano. Aquí nos referimos a la persona que disfruta de la actividad de escribir, quiere verter su pasión y su habilidad en un medio profesional que le permita seguir alimentándola, le interesa que sus libros sean leídos, aportar valor a su audiencia y recibir remuneración por ello.
Por supuesto, hay que tener una conciencia de ese libro como producto, ser organizado y seguir escribiendo para que alguna de estas estrategias funcione, pero esto no quiere decir que estemos produciendo libros solo para ganar dinero.
Aquí no hay fórmulas mágicas. Cada camino implica trabajo y esfuerzo. Por eso, todo autor debe pensar y decidir su estrategia antes de emprender el suyo.
Estrategia n.º 1. Escribir muchos libros en géneros comerciales
El escritor prolífico, que piense tanto en el lector como en las formas de potenciar sus ingresos, podrá vender muchos libros de forma continua. Javier Cosnava presenta este método en Cómo vivir de la literatura, donde cuenta su propio recorrido como autor de más de 40 libros que maneja cuatro nombres distintos.
Tomar buenas decisiones es el principio del triunfo. Una de ellas podría ser escribir una literatura artística, pero habría que aceptar su potencial de ventas y la realidad de que no se vivirá de ello, sino de otro trabajo.
En caso de optar por lo comercial, el escritor debe elegir, entre los temas que vendan, aquellos que mejor se adecuen al propio estilo e interés. Primero, se hace necesario conocer las tendencias del mercado y analizar hasta qué punto lo que uno escribe encaja.
Conviene lanzar libros con la mayor frecuencia posible, no demasiado largos, y en los géneros más comerciales, que son, a juicio de Cosnava, el histórico, policíaco, romántico y juvenil.
Poner la primera novela gratis o muy barata permitirá captar lectores junto con una promoción basada en anuncios de Amazon y de Ebrolis. Después, se debe analizar el resultado. La falta de ventas y de descargas, cuando se realizan acciones de marketing, son un mensaje. Al saber qué libros generan ingresos y conectan con los lectores se puede planificar el futuro de la carrera literaria.
Aunque publicó en diversas plataformas, Cosnava decidió quedarse con la exclusividad de Amazon porque le daba más ganancias y ventas. Hay que estar dispuesto a virar el rumbo según soplen los vientos y asumir riesgos. Lo anterior implica cambiar de portada, actualizar material y mejorar aspectos del producto a medida que se gane dinero, aunque a quienes comienzan recomienda cuidar todo lo posible la edición y la presentación de su primera novela porque cualquier falla puede espantar a un lector potencial.
A Cosnava no le parece importante un blog (que considera una carrera paralela) ni el networking (lo que él denomina “el mundillo”) porque toma mucho tiempo que estaría mejor aprovechado en la escritura e incide menos en las ventas que en reseñas favorables de los amigos virtuales. Pero sí reconoce el rol de las redes sociales, en especial Facebook, Twitter e Instagram.
Ganar lo más posible como escritor no exime de la publicación tradicional, que puede ser una buena decisión, tanto para beneficiarse de un buen editor como para la distribución en papel. En cambio, se recomienda conservar los derechos digitales, pues el libro electrónico es el que otorga mayores ingresos al autor independiente.
Estrategia n.º 2. Emprender en el ámbito de la escritura
El escritor debe abordar su carrera de forma profesional, con mirada de emprendedor a largo plazo. Este concepto se explica en el libro El escritor emprendedor, de Ana González Duque.
En primer lugar, el escritor necesita definir su público ideal, el lector objetivo de sus libros. Esto determinará la estrategia entera: las redes sociales en las que se moverá, los contenidos que publicará, las formas de captar audiencia, el foco del blog. Para vivir de los libros se necesita una audiencia conformada por superfans, entendidos como seguidores de calidad que comprarán los productos creados por el escritor y los recomendarán a otros.
La atracción de una audiencia requiere que el escritor sea visible y trabaje su marca personal; para ello, un blog es clave. El blog debe estar enfocado al género o subgénero literario que le interesa al lector objetivo, posiciona al escritor como experto en una materia, constituye el soporte de una tienda digital propia, donde no solo se vendan libros sino también infoproductos, cursos o servicios editoriales. La tienda facilitará vivir de lo que se crea porque no habrá intermediarios que se lleven comisiones.
En este sentido, interesan las ventas que se obtengan, no convertirse en el número uno de Amazon, por mucho que esta plataforma sea uno de los canales de ingresos más importantes. En el ámbito de los beneficios económicos, debe mantenerse el realismo sobre la edición tradicional (que da menos que la publicación independiente con plan de marketing bien ejecutado) y prácticas como firmas de libros y presentaciones en librerías, que más que objetivos en sí o panaceas del éxito constituyen formas de conectar con nuevos lectores y diversificar el alcance del escritor.
El trabajo sistemático y constante de generar y mantener una audiencia se basa en el networking (con los grupos e influencers de la temática), el contenido de valor, la interacción con lectores, el SEO, el guest posting y el email marketing para un contacto más cercano con los suscriptores. El rol de las redes sociales, en vez de vender, consiste en interactuar con el público objetivo y captar suscriptores para el blog, donde sí se vende.
Como estamos hablando de numerosas actividades relacionadas con esa empresa unipersonal del escritor, deben considerarse cuáles productos (no solamente libros) se sacarán al mercado, trabajar según una planificación, tener una estrategia de contenidos y analizar resultados. Delegar se convierte en una necesidad para que el escritor no termine ahogado en un rol de persona orquesta, porque es imposible mantener la calidad de publicaciones y además seguir escribiendo si asume todas las tareas de su emprendimiento, desde el diseño del blog hasta la maquetación.
Estrategia n.º 3. Escalar posiciones en Amazon con el equilibrio perfecto
Vender muchos libros implica apostar por la publicación exclusiva en Amazon y alcanzar una buena posición en la clasificación de más vendidos, primero en el propio género y luego en el top general.
Según Roberto Martínez Guzmán en Cómo llegar al Top 100 de Amazon… antes de morir en el intento, este es un camino de mucho esfuerzo y mucho acierto. Consiste en escribir lo mejor que se pueda en ese momento de la vida, proporcionarle a ese manuscrito la mejor edición (entendida como corrección, maquetación y diseño de portada, incluyendo un título y una sinopsis que enganchen) y, una vez publicado, darle la mayor visibilidad, tanto en el catálogo de Amazon como en medios externos, sin saltarse pasos ni descuidarlos.
Estas partes del proceso (el manuscrito, la edición y la promoción) son las tres patas de un banco que perdería el equilibrio si alguna falla.
Al tratar la promoción externa, Roberto Martínez Guzmán recomienda buscar lectores en las redes sociales, específicamente Facebook, Twitter e Instagram. Se debe llamar la atención sobre el libro mismo, por medio de mockups, fragmentos, frases gancho y logros comerciales, con la idea de que alguien necesita ver un mensaje varias veces antes de decidirse por una compra.
El concepto de este autor se basa menos en conseguir influencers o amigos que te echen una mano que en captar lectores genuinamente interesados por tu obra. En su breve apartado sobre los blogs y otros canales que implican subir material no relacionado con el propio libro, dice que, si no te animan y no puedes generar contenido con regularidad, mejor prescindas de ellos.
Dado que el éxito en Amazon atrae a las editoriales tradicionales, quienes tengan como objetivo publicar en alguna de ellas pueden encontrar aquí una estrategia adecuada para alcanzarlo.
La otra cara de la moneda
Las tres estrategias que acabo de describir no son nuevas y muchos vienen aplicando y recomendando una u otra con sus variantes y detalles. Pero, como reza el dicho, “ninguna buena acción queda sin castigo” y estas estrategias han llegado a desvirtuarse de formas como las siguientes:
- Escribir de forma comercial y publicar con la mayor frecuencia posible ha cercenado la calidad de muchos que comenzaron con entusiasmo y buenas ideas. Tengo en mente a más de una autora que adoptó el enfoque de la escritura en masa y, tras unas primeras novelas interesantes, vinieron otras donde todos los aspectos del proceso (en especial el argumento y la corrección) estuvieron muy descuidados en virtud de la velocidad de publicación y el aprovechamiento de la ola de popularidad. Otra vertiente de esta línea ha sido el escritor quemado, que, al sentirse incapaz de saciar la voracidad de su audiencia, termina retirándose.
- Asumir la escritura como emprendimiento ha tenido como consecuencia que personas muy verdes en su desarrollo literario hayan lanzado cursos online y servicios profesionales para escritores que apenas van uno o dos pasos más atrás que ellos. En el desarrollo de ese emprendimiento y todo lo que necesita para sostenerse (presencia en redes, blog, newsletter, pódcast, creación de cursos), el tiempo no les alcanza para seguir creciendo en su habilidad literaria. No les queda más que hacer malabares con el conocimiento que tienen e imitar a los influencers más populares cuando no abandonando la escritura porque están quemados. Tal situación y la dificultad de crearse una marca propia se describe en esta entrada de Marian Ruiz.
- Las bondades de la promoción de libros en redes sociales, promulgadas por el primer grupo de escritores en español que fue fichado por editoriales tras su éxito en Amazon, trajo una cola de gente que hizo spam a mansalva, tuiteaba sobre su libro a cada minuto (sin exagerar), tapizaba los muros de Facebook de sus amigos con sus propios anuncios y no compartía otra cosa salvo fotos con su libro, fotos de sus presentaciones, citas de su novela, capturas en el top 10 de Amazon, capturas de reseñas de cinco estrellas. Entre los seguidores ahuyentados, los críticos de estas prácticas de marketing y la ley de los rendimientos decrecientes, los autores notaron que ese tipo de promoción no estaba dando resultados, habían quemado un montón de tiempo en las redes sociales y habían dejado su faceta de escritor en función de la de vendedor.
- Un cuarto grupo ha visto estas tendencias, ha seguido los blogs y ha comprado los libros de unos y otros, ha notado las discrepancias entre las estrategias que auguran el éxito y los riesgos mencionados. Después de mucho mirar, estos autores (por lo general, inéditos) han decidido no meterse a nadar en ninguna de estas piscinas y han vuelto la cabeza hacia la edición tradicional para descubrir que quienes logran los contratos editoriales son quienes han aplicado las estrategias anteriores y ahora los llaman autores híbridos, en una espiral donde el éxito trae éxito y el fracaso trae fracaso. Llegados a este punto, no pocos tiran la toalla…
¡Auxilio! ¡No sé qué hacer!
La pescadilla se muerde la cola y el escritor en ciernes (o el que no ha cumplido sus expectativas literarias) regresa al momento en que se pregunta qué hacer.
No nos engañemos: quien no obtenga ventas y no esté siendo leído o aceptado con su escritura (en otras palabras, quien no vea reconocimiento) abandonará tarde o temprano el oficio. Lo mismo pasará con quienes crean de antemano que no van a lograr nada.
Volviendo a mi entrada de 2014, podría afirmar que la estrategia n.º 1 se basa en producción y publicación; la segunda, en un blog, y la tercera, en marketing. Con ello estaría reduciéndolas porque vender muchos libros a largo plazo es una combinación efectiva de objetivos, plan y ejecución a cargo de una persona capaz de conectar con otras mediante su mensaje escrito.
De todos modos, tenemos en esos enfoques un punto de partida. Si sopesas tus talentos, te imaginas en la piel de alguno de estos estrategas y mantienes la mirada en tu propósito vital con la escritura, te resultará más fácil elegir.
Ninguna estrategia parece funcionar cuando falta una convicción, se dan palos de ciego, se malinterpretan los métodos o el mismo libro cojea por una causa o por otra. He oído autores que argumentan de esta manera:
“No quiero estar en redes sociales, no me interesa crear ni mantener un blog/pódcast/canal de YouTube/boletín de noticias, no voy a ofrecer servicios para escritores porque ya tengo un empleo en otra área, no voy a contratar un corrector/maquetador/diseñador de portada porque es carísimo y no creo que vaya a vender tanto, no puedo escribir otros libros tan rápido, no voy a… [inserta tarea recomendada aquí]”.
¿Y entonces qué vas a hacer? ¿Esperar al deus ex machina de la literatura? Más bien puedes toparte con una sirena que te regale el oído y te prometa lo que deseas si solo pagas por este pack, este curso y este mentoring de cuatro dígitos.
Hay gente por ahí vendiendo la idea de que puedes publicar un libro con facilidad y garantizarte un sueldo que aumentará a medida que lances otros libros (escritos según receta) o traduzcas los ya publicados (como si esto duplicara sus ingresos).
Las tres personas que menciono en las estrategias no creen en esto. Te pongo unas citas:
“Amazon es como un inmenso océano de autores y obras en el que tienes que ser capaz de levantar la mano para que el lector que va a comprar un libro elija tu novela y deje para otra ocasión los otros tres millones de obras que están a la venta. (…) En ese mundo tienes que destacar y eso no te lo va a regalar nadie, ni te va a salir por casualidad y, si quieres conseguirlo, vas a necesitar de mucho esfuerzo y acierto” (Roberto Martínez Guzmán: Cómo llegar al Top 100 de Amazon… antes de morir en el intento, capítulo 1).
“He intentado que entiendas que puedes conseguir unos pocos euros, luego bastantes euros y, por fin, los suficientes euros, pero solo si te tomas esto en serio y dejas de lado las fábulas, la visión romántica de la literatura y en su lugar tomas las riendas de tu negocio” (Javier Cosnava: Cómo vivir de la literatura, epílogo).
“Si no buscas tiempo para llevar adelante tu sueño, siempre será eso: un sueño. Nadie lo hará por ti. Nadie se moverá para que tus libros se vendan como churros, si tú no lo haces. Todo depende de ti, de tu voluntad y de las ganas que le eches” (Ana González Duque: El escritor emprendedor, capítulo 3).
Una vez que logres diferenciar la paja del trigo en cuanto a cursos, mentores y manuales, pregúntate hasta qué punto estás dispuesto a tomar acción y poner en práctica lo que te aconsejan.
No pretendo desalentar a nadie con esta entrada, sino invitar a una reflexión sobre lo que implica ser escritor. Puede que no te guste ninguna de estas estrategias, prefieras aplicar alguna con tus variantes o mezcles elementos de una y otra. Pero, si la escritura es importante para ti y deseas que se difunda, debes tener claro qué quieres sacar de ella y asumir las tareas necesarias para pasar al siguiente nivel.
La clave está en saber hacia dónde nos dirigimos y analizar si los pasos que estamos dando nos conducen por el camino deseado. Recomiendo la lectura de “Dibuja un mapa para el escritor que quieres ser”, una de las mejores entradas del blog Gabriella Literaria. Aparece publicada también en su libro Cómo sobrevivir a la escritura, apto para escritores en cualquier fase de producción, (des)motivación y promoción.
¿Qué opinas de las estrategias mencionadas para vender libros? ¿Has aplicado alguna o conoces otra que te parezca efectiva? Compártela en los comentarios.
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Muchas gracias por su trabajo y su tiempo invertido!
Gracias a ti por tus palabras, David.
Interesante artúiculo de verdad, no solo por su contenido que a mí personalmente me ha resultado provechoso y clarificador, también porque te informa de otros autores que lo son tamnbién.
Un saludo y gracias.
Me da gusto saber que el artículo ha sido útil para ti. Gracias por comentar, Alejandro.
Muy interesante, si bien la escritura no se diferencia de cualquier otro contenido online en cuanto al requisito básico para considerarse rentable (y no sólo en sentido económico): que se conozca de su existencia, objetivo no imposible pero sí difícil. No hay fórmulas magistrales para eso, aunque no faltan referencias de casos más o menos exitosos, generalmente tan inspiradores como inimitables. Pero la meta siempre está ahí, tentadora…
Un saludo.
Hola, Alberto. Gracias por comentar. En efecto, nada se puede vender si no se da a conocer. Al examinar las estrategias de esta entrada, vemos distintos métodos para ello: las redes sociales, la publicidad de pago, la audiencia captada por medio de un blog… Es difícil cuando se comienza de cero. Aun con experiencia se cometen errores y los planes de marketing pueden dar resultados que no satisfagan las expectativas del autor. Pienso que, si la meta de vender tienta, hay que perseguirla. Saludos para ti.