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Para vender libros electrónicos, la primera opción (y, para muchos, la única) consiste en subir un documento de Word o un eBook ya preparado a Amazon KDP y enfocarse en llevar a los lectores hacia la página del producto en el catálogo. Otras plataformas de publicación digital, como iBooks, Smashwords o Google Play, admiten distintos formatos y abren opciones de mercado, pero tienen sus propios requisitos y nos obligan a actuar dentro de sus reglas.
Ahora bien, ¿cómo podemos llamar la atención sobre nuestros libros de una forma original? ¿Cómo podemos ir más allá de las opciones tradicionales de venta digital? Presento a continuación diferentes propuestas.
1. Apoyo a causas benéficas
Puede destinarse la totalidad de las ganancias de un libro a una organización de ayuda social, ya sea por un período determinado o de forma permanente. Esto último se ha hecho en antologías de varios autores, donde, en vez de ofrecerlas gratis o repartir las regalías entre los participantes, se establece una intención benéfica. Por ejemplo, el conjunto de relatos Leyendas de la caverna profunda, recopilado por Javier G. Valverde, forma parte de la iniciativa 1 libro 1 euro, para hacer un donativo a la fundación Save the Children. Otro caso es el libro para niños Me llamo Ángela y tengo un cromosoma más, de Gabriela Quintana Ayala, cuyos ingresos se destinan a la asociación Down-Town Puebla, en beneficio de los niños con síndrome de Down.
Un modelo de apoyo por tiempo limitado lo tenemos en la campaña Leyendo con Causa, por iniciativa de Ebrolis, plataforma de recomendación de libros electrónicos de la que ya he hablado en este blog. Durante la semana de duración de la campaña (del 5 al 11 de julio de 2016), las ganancias generadas por la venta de dieciocho libros fueron reservadas para dieciséis ONG, con las cuales los autores se sentían identificados. De tal manera, estos dieron a entender con qué problemas sociales se relacionaban sus textos.
Vender libros electrónicos con un propósito benéfico nos permite aprovechar nuestra propia creación para contribuir a una causa solidaria. Además, las ventas generadas, aunque no vayamos a quedarnos con esas regalías, favorecen la clasificación de más vendidos (si el eBook está en Amazon) y dan la oportunidad a que más gente comente o recomiende el libro.
Por supuesto, se asume que hay una disposición real de ayudar a organizaciones humanitarias, no una fachada sin intención de donativo ni una pose de solidaridad o compromiso. Considero que todo lo que se haga para vender libros debe salir de la sinceridad y el convencimiento, porque esa es la actitud que nos traerá satisfacción y orgullo por lo que hacemos.
2.Regalos y paquetes de libros
Desde las plataformas de venta digital se hace difícil favorecer la compra conjunta (con o sin descuentos) de dos o más libros, dar eBooks de regalo automáticamente como parte de una promoción u ofrecerlos en diferentes formatos electrónicos. Las alternativas consisten en publicar los libros individuales y las series como productos separados, dar tarjetas de regalo o enviar los eBooks por correo electrónico a quienes lo soliciten, lo cual implica más tiempo y complicaciones para las partes involucradas.
Para quienes deseen mayor flexibilidad, vender libros electrónicos desde un blog o una página web propia es lo ideal. Aparte de recibir más regalías que en las grandes plataformas [1], existe la posibilidad de establecer descuentos, promociones, regalos y paquetes. Para ello, hay que configurar una aplicación de carrito de compra como E-junkie. He aquí algunos ejemplos de lo que se puede hacer (todo de forma automática):
- Ofrecer un eBook gratis o con descuento a quienes compren otro
- Vender un paquete de libros propios o de varios autores, cuyo total sea menor que la venta individual
- Dar eBooks adicionales si se paga más por un producto
- Aplicar cupones de descuento por tiempo limitado
- Elegir el formato electrónico de preferencia
3. Marketing de afiliación
Es difícil llevar a solas el peso de la promoción de un libro. Sin el efecto “boca a boca”, sin reseñas o recomendaciones de lectores, la difusión va a estar muy limitada.
Una forma de motivar a quienes recomiendan libros (y de monetizar un blog, además) consiste en el marketing de afiliación. El vendedor afiliado obtiene un enlace personal, que le permite hacer seguimiento de las ventas que ha facilitado y luego cobrar una comisión, sin que el precio varíe para el comprador. Amazon, iTunes, Kobo y Casa del Libro tienen sus propios programas de afiliación. Mientras que en estas grandes plataformas la comisión por un eBook oscila entre 5% y 9%, en Gumroad el autor puede fijar la que desee, entre el 1% y el 90%. En mi caso, ofrezco 40% a quien contribuya con la venta de Fantasía y fuga y El mito de la segunda parte [2].
La gracia consiste en respaldar libros o productos que uno conozca y pueda recomendar, no armar una tienda online a base de afiliaciones. He rechazado propuestas más lucrativas que la venta de libros porque no me parecía que estaban acordes con los intereses de la audiencia de este blog ni podía dar fe de la calidad de lo promocionado.
4. Pago voluntario
Consiste en darle al cliente la opción de elegir el precio que va a pagar por un producto. Para hacer esto, es necesario vender desde una página web propia y registrarse en un servicio de comercio electrónico que permita esta configuración. Gumroad tiene esta funcionalidad, que va desde lo gratuito hasta el máximo que el lector esté dispuesto a pagar. Igualmente, se puede establecer el monto mínimo que el autor desee.
Al vender libros electrónicos por medio de este modelo, se favorece a quien no quiera o no pueda pagar mucho y se permite que los lectores o seguidores fieles nos ofrezcan mayor apoyo. Evidentemente, el éxito de esta iniciativa se basa en la generosidad. Se asume que, de este modo, un creador obtendría más dinero que al limitarse a un precio determinado. Tuve una experiencia con una promoción “Pague lo quiera” cuando cambié la portada de Fantasía y fuga en verano de 2013. En mi caso, confieso que el promedio de ganancias estuvo por debajo del precio fijo de la novela, pero me pareció un experimento interesante que podría repetir en el futuro.
5. Todas las anteriores
Para potenciar la creatividad en torno a la venta de un libro, es posible aplicar todas estas propuestas al mismo tiempo: permitir que los lectores decidan su propio precio, darles un grupo de libros con incentivos para pagar más, fomentar la solidaridad con el apoyo a una organización benéfica y buscar afiliados que se hagan eco de la iniciativa. Un gran ejemplo lo tenemos aquí:
Ebrolis está promocionando actualmente un pack de 14 libros de ciencia ficción, con un concepto muy original [3]. El lector paga lo que quiera (a partir de 2 euros) y, además, decide cómo estará repartido su dinero: qué cantidad irá a los autores, cuánto se destinará a apoyar a la Orangutan Foundation y cuál será la propina para Ebrolis. Si se paga menos del promedio de otros compradores, se tendrá acceso a solo siete libros del pack, mientras que al superar el promedio se podrán obtener los catorce, todos en EPUB, MOBI y PDF. Para saber más al respecto, puede hacerse clic aquí (este enlace es afiliado).
Hay muchas formas creativas de vender libros electrónicos. Amazon no es el límite. Como creadores, una de nuestras cualidades debería ser la originalidad; por eso, recomiendo mantener una mente abierta hacia alternativas que se salgan del molde y alimentar un espíritu de experimentación, del cual pueden salir grandes aprendizajes.
[1] Amazon es particularmente desventajoso cuando se desea fijar un precio superior a los 10 USD, dado que se obtendrá solo un 35% de regalías. En cambio, con Gumroad, dependiendo del precio final, se recibiría más del 80%.
[2] Los interesados pueden contactarme.
[3] Actualización del 5 de mayo de 2017: El pack de ciencia ficción ya concluyó, pero Ebrolis continúa ofreciendo libros de esta manera. En el mes de abril, se reunió un pack de escritura y autopublicación.
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Hola, Valentina: muy interesante el artículo. Como curiosidad e comento que en la plataforma Lektu de venta de libros online creo que se pueden elegir que el lector ponga el precio de tu libro. Un saludo.
Hola, Diana. Gracias por tu comentario. Hace bastante tiempo, leí también que Lektu permitía la elección del precio de un libro, así como el «pago social» (con un tuit, por ejemplo). Sin embargo, no encontré información al respecto hoy cuando visité la página. ¿Quiere decir que eso se reserva solo para ciertos libros? ¿Lo eliminaron? Si tú o alguien que visite este blog lo sabe, por favor avísenme, que sería un dato interesante. Saludos.
Te confirmo que se puede.
Fíjate en este libro, por ejemplo, te deja elegir el precio: https://lektu.com/l/palabaristas/alucinadas/1081
Y un escritor que conozco me dijo que él había usado el pago social para vender en Lektu.
Yo no he usado aún ninguna de esas dos formas de pago, pero tenía idea de que existían.
Un saludo afectuoso
¡Muchas gracias por el dato, Diana! Ha sido interesante ver cómo funciona la elección del precio en Lektu. Hasta aparece una estadística de los pagos por países y ciudades. Otro saludo para ti.
Unas sugerencias a considerar, sin duda. No obstante, debo reconocer que la primera opción señalada -destinar el beneficio de las ventas a una causa benéfica- suscita a menudo un problema cada vez más omnipresente, a saber: la plaga de lo políticamente correcto. ¿Aceptan de verdad las ONGs ligar su nombre y su causa- siquiera temporalmente- a títulos de cualquier estilo y temática? La mayoría de las novelas del género negro, por ejemplo, están trufadas de expresiones malsonantes, ambientes sórdidos, insultos racistas, violencia machista… ingredientes que un creciente puritanismo rigorista considera reprobable en la ficción, ámbito que aquí nos ocupa . Incluso escritores y cineastas de renombre aluden a veces en los medios a cierta autocensura por parte de editoriales y productoras cinematográficas. No afirmo que siempre sea así, pero a menudo da la impresión de que muchas asociaciones benéficas sólo accederían a beneficiarse de una literatura excesivamente «blanca» o «blanda», por llamarla de algún modo. Pero en fin, como digo no tiene necesariamente que ser siempre así…
Hola, Alberto. Agradezco tu reflexión. No he tenido la experiencia personal de haber asociado mi trabajo literario a una ONG o institución benéfica, así que no sabría decirte hasta qué punto podemos esperar respaldo como autores o cuáles libros se prefieren. Por lo que he visto en quienes se decantan por esa vía, me da la impresión de que el apoyo es unilateral: un autor o grupo de autores decide destinar sus ganancias (totales o parciales) a una institución y esta simplemente recibe el dinero como podría recibirlo de cualquiera que se ofreciese a dar un donativo. No creo que la ONG ligue de modo activo su nombre o su causa a los títulos, a menos que se traten de libros financiados por ella o producto de una colaboración más estrecha.
Para los autores el punto clave es la difusión, así como romper una barrera en el lector. Alguien que dude en comprar un libro podría decidirse si ve que apoya a una causa benéfica de esa manera.
En efecto, Valentina, lo importante es lograr, como hubiese dicho Aristóteles, que el lector potencial lo sea en acto. La mayoría de las ONGs funcionan como señalas, se limitan a recoger el dinero producto de ventas solidarias, a menudo sin implicarse siquiera en la publicidad de los libros o lo que fueren los artículos comercializados, una conducta que considero bastante discutible; pero bueno, supongo que no todas se regirán por esa especie de asepsia marketiniana…
A decir verdad, Alberto, cuando nosotros como autores apoyamos a otros o nos identificamos con una causa, muchas veces no obtenemos la menor retribución de aquellos a quienes ayudamos. Sí es una conducta discutible por parte de estas personas o entidades, sobre todo cuando nuestra colaboración implica un esfuerzo logístico y un gasto de tiempo. Creo que lo importante es dar con buena voluntad y, si vemos que nos afecta la falta de gratitud, nos sentimos exprimidos o no estamos recibiendo absolutamente nada a cambio, aceptar la lección y no volver a dedicar nuestros recursos a quienes no los aprecien.
Gracias por tus opiniones y feliz fin de semana.
Sí, yo recuerdo comentar con alguien un supuesto absurdo pero ilustrativo al respecto: si Tarantino hubiese ofrecido las ganancias de Pulp Fiction a una asociación benéfica un tanto remilgada a cambio de implicarse en publicitar la película, ¿habría recibido una respuesta afirmativa, o le hubieran dicho que no podían promocionar su obra por su contenido poco edificante, pero que aceptarían luego un donativo derivado de los beneficios comerciales de su historia? Se nos ocurrió aventurar que el segundo caso hubiese sido el más probable, pese a la doblez que encierra.
Un saludo y buen fin de semana para ti también.