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¿Conoces la frustración de esforzarte en la preparación de tu libro, publicarlo y descubrir una errata? ¿O, peor, que tus lectores sean quienes la descubran? ¡Y en la primera página, para más inri!
La rabia, digna de mesarse los cabellos o darse golpes contra la pared, está más que justificada cuando se ha invertido en la tirada de cientos de ejemplares. Por fortuna, las plataformas de publicación digital nos restan muchos quebraderos de cabeza. Una de sus ventajas consiste en la posibilidad de subir una versión actualizada en cualquier momento sin que implique costes adicionales para nosotros.
En principio, esto significa que un libro (electrónico o de impresión bajo demanda) puede evolucionar. Ese primer manuscrito publicado a la ligera sin ninguna ayuda externa puede ser relanzado con calidad profesional. Un manual puede incorporar información novedosa o contenido solicitado por su público objetivo. En una novela histórica se puede corregir algún detalle inexacto o pasado por alto. Por supuesto, se incluye el ámbito de las erratas, de las que nadie parece librarse.
Sin embargo, subir una versión corregida no es lo mismo que publicar un libro por primera vez. En la mayoría de los casos, se sobrentiende que hubo un descuido. Muchas veces la actualización se realiza en respuesta a críticas o cuando el perfeccionismo nos taladra la cabeza.
Podemos vivir tranquilos con nuestro libro publicado cuando no sabemos que contiene erratas (o algún problema de formato); pero, apenas descubrimos una falla en una centésima lectura o alguien nos advierte de ello, el cuerpo se nos llena de calor; la cara, de vergüenza; la mente, de reproches («¿por qué no revisé con cuidado?», «¿por qué no le pasé el libro a un lector cero?»). Si tenemos corrector, lo queremos linchar y pedirle devolución del dinero, nos da fastidio tener que pagarle de nuevo al maquetador o reabrir un proyecto que dábamos por cerrado…
En vez de continuar por este drama, hagamos una pausa y reflexionemos sobre la pregunta a continuación.
¿Hace falta actualizar un libro?
Somos humanos, nos equivocamos aun cuando nos esforzamos y no todos los errores están en la misma categoría. ¿De verdad hace falta una actualización? Repasemos los siguientes casos:
Avisos y advertencias de calidad
Cuando un cliente denuncia un problema de calidad o de formato en un eBook para Kindle, Amazon le envía al autor un correo con un aviso de calidad y coloca en la página del catálogo una nota de advertencia. Para más detalles al respecto, lee la entrada que Mariana Eguaras le dedica a este tema.
Quien reciba un aviso de este tipo debe reaccionar y subir una versión actualizada de su manuscrito lo antes posible. De lo contrario, el eBook podría ser retirado de la tienda Kindle. No hablemos de las consecuencias para la reputación y las ventas del autor.
Lo mismo se aplica a las valoraciones negativas relativas a la calidad. Quizás Amazon no ha enviado avisos o estás publicando en otra plataforma, pero los clientes se han quejado en los comentarios. Críticas comunes aluden a errores ortotipográficos, caracteres no soportados, falta de índice, saltos de página donde no corresponde e imágenes borrosas.
Algunas quejas de clientes en Amazon se refieren a problemas fuera del control del autor; por ejemplo, los libros en papel que llegan a su destino deteriorados o con un defecto de impresión. Es comprensible el disgusto de un autor a quien le han valorado su libro con una estrella por un fallo que no tiene nada que ver con el producto que ha lanzado al mercado.
Pero en muchos casos sí se puede influir. Con los libros de tapa blanda de Amazon varios autores se han llevado más de una sorpresa desagradable con las cubiertas. Algunas quedan demasiado oscuras y se pierden detalles de diseño; otras adquieren tonalidades que no representan el color que se ve en pantalla. He sabido de problemas con el brillo, los efectos tipográficos y las transparencias. Por eso, siempre recomiendo pedir una copia de prueba antes de lanzar el libro.
Asimismo, conviene hacer caso a las advertencias del Previewer de KDP y no aprobar la publicación cuando la misma herramienta automática detecta algún error, como los relativos a la resolución de las imágenes.
Cuando publicas en Smashwords y el libro no ha sido aceptado en el catálogo premium, también recomiendo subir otra versión cuanto antes y no conformarse con la que queda en la página de la tienda. Si te interesa la distribución global gratuita, te intimida la guía de Smashwords y no quieres contratar a un profesional, mejor acude a Draft2Digital, sin guía de estilo y con herramientas automatizadas que sacan de más de un aprieto.
Erratas
Obviamos una cursiva donde correspondía. Hay letras invertidas, alguna olvidada, un signo de puntuación mal empleado aquí o allá, una tilde ausente o mal situada… Si son muy pocas las erratas que se han colado, es posible que el esfuerzo de la actualización no merezca la pena, aun cuando puedas manipular tus propios archivos fuente sin pagar proveedores.
Contenido fuera de nuestro control
Esta es una de las situaciones más frustrantes con los libros electrónicos. Nos esmeramos en proporcionar enlaces a páginas web de calidad para apoyar nuestras afirmaciones y remitir a recursos adicionales, pero sucede que alguna página fue luego borrada o cambiada de ubicación. A veces pasa con nuestros propios enlaces, pues olvidamos que los habíamos puesto en nuestro libro.
Cuando maqueto libros para clientes, reviso todos los hipervínculos externos en el manuscrito. Pocos son los casos en que no consigo al menos uno roto.
Pero, si solamente estábamos haciendo referencia a un detalle que no es de gran importancia y probablemente la mayoría de los lectores ni siquiera haga clic allí, se puede aplicar lo mismo que a las erratas.
Acciones de marketing o actualizaciones en los formularios de publicación
Este es un cambio tan fácil en las plataformas que lo absurdo es no realizarlo. ¿Quieres probar una nueva descripción, cambiar de categoría o de palabras clave? Adelante.
Un cambio de portada puede revitalizar la promoción de un libro, aunque no se haya modificado nada del contenido. Conviene jugar con el precio hasta dar con aquel que motive la compra y haga que el autor se sienta remunerado al mismo tiempo.
Nótese, sin embargo, que algunos metadatos (como título, subtítulo, nombre de autor y de editorial) quedan bloqueados en Amazon después de la publicación gracias al ISBN y no se pueden cambiar sin crear una nueva edición.
Información caduca
En ciertos temas, el contenido imperecedero no existe. Esto lo he vivido con Plataformas de publicación digital: ventajas y desventajas. Tres años después de su lanzamiento, un gran porcentaje de libro había caducado, incluyendo el capítulo entero sobre Autopublicación Tagus. Por ende, en diciembre de 2020 lancé una segunda edición.
Para quienes escribimos en diferentes géneros, la no ficción suele traer más ventas y, cuando el libro pierde actualidad, caemos en un dilema. ¿Sacrificaremos la gallina más ponedora porque ha envejecido? ¿Es aceptable mantener en el mercado un texto con 10 % o más de información obsoleta? ¿Seguiremos actualizando nuestro libro per sécula seculórum? ¿Dejaremos la telaraña a ver si atrapa un mosquito? Anima continuar recibiendo beneficios por trabajo ya realizado, pero no siempre conviene.
Decisivos son los siguientes puntos:
1. ¿Cuánto trabajo implica la actualización? A estas alturas, no actualizaría mi Diccionario de latinismos en el español de Venezuela, que fue publicado con editorial y ya está descatalogado. Dejé el medio académico, mis intereses actuales son muy distintos a los de entonces, no tengo fácil acceso al corpus y la bibliografía utilizada. La decisión es clara en este punto.
Con Plataformas de publicación digital fue distinto. Trabajé mucho en la segunda edición, más de lo que suponía necesario, y ni siquiera pude descansar después. Un correo de Amazon a sus autores enviado en marzo de 2021 anunció que, a partir del 28 de junio, ya no se aceptaría el formato MOBI para eBooks de texto fluido, es decir, los que publican la gran mayoría de los autores en Amazon. No había tenido tiempo de analizar mi nueva estructura de trabajo de maquetación cuando mis clientes recurrentes estaban preguntando qué hacer con sus libros.
Una vez resuelto lo relativo a mis servicios quedaba pendiente Plataformas. ¿Menos de seis meses tras la publicación de la segunda edición una actualización de peso? Para colmo, no era la única. Barnes & Noble había cambiado su sistema de regalías, Gumroad había actualizado las formas de pago, había un punto importante sobre Google Play que no había aclarado (y por el que me preguntaban los autores en Latinoamérica con cierta frecuencia).
La situación no ameritaba una tercera edición, pero tenía que actualizar la segunda. Entonces, decidí aplicar el concepto de versiones que se maneja para los programas informáticos. Ahora, en la página de derechos, aparte de segunda edición, menciono la versión del libro. La recién publicada es la 2.2 (la segunda de la segunda edición, no confundir con el chiste de El mito de la segunda parte). Además, creé un registro de actualizaciones, con una lista de la información modificada en cada versión.
En términos de trabajo, actualizar Plataformas de publicación digital ha sido como entrenar para un triatlón. Las respuestas a estas preguntas me han mantenido con ánimo.
2. ¿Sigue habiendo una audiencia interesada? En el caso de Plataformas, tenía un sí definitivo. Dónde publicar libros electrónicos es una de las consultas que recibo con más frecuencia y uno de los puntos que suelo trabajar en mis asesoramientos. Noto, además, que los autores residenciados en Latinoamérica no reciben suficiente información acerca de sus restricciones geográficas y bancarias.
3. ¿Cuál es el estado de la competencia? Cuando publiqué la primera edición de Plataformas, había otros libros con tutoriales paso a paso para determinadas plataformas o textos sobre autopublicación que abordaban las alternativas en algún capítulo. Mi guía tenía desde el principio un enfoque único porque se concentraba en las condiciones de cada plataforma, las comparaba según iguales criterios y las valoraba como opción para publicar libros electrónicos.
Esta segunda edición de Plataformas tiene menos competidores en el mercado, porque varios están muy desactualizados y la mayoría de los libros disponibles se concentra en Amazon. Por supuesto, esto último se debe al alza de la exclusividad de publicación con KDP Select y al hecho de que las ventas pueden ser irrisorias en otras plataformas. Sin embargo, es peligroso caer en una mentalidad de Amazon o nada, y, aunque uno se decida por la exclusividad, conviene saber qué más existe para autores independientes.
4. ¿El libro cumple su objetivo? No escribí Plataformas de publicación digital para la inmortalidad literaria ni para transmitir mis conocimientos a través de los siglos, sino con el objetivo concreto de informar y ayudar a quienes consideran la publicación de libros digitales. Si no va a ser útil, ¿para qué lo voy a ofrecer? Veo, sobre todo, una responsabilidad con el lector. Me sentía incómoda de saber que Amazon KDP ya no admite MOBI para eBooks ajustables y recomendar la carga del formato, o poner alternativas de agregadores para Google Play cuando las condiciones han cambiado. Dígame los enlaces rotos a páginas de las plataformas…
¿Crear un nuevo libro o modificar el ya publicado?
Una vez decidida la cuestión de actualizar o no actualizar, queda la pregunta de cómo hacerlo. ¿Se borra el libro anterior?, ¿se crea uno nuevo?, ¿se edita el ya publicado?
Joanna Penn ha publicado las diferentes ediciones de How to Market a Book como entradas nuevas. David Gaughran explicó toda una serie de pasos a los suscriptores de su lista para que pudieran obtener la segunda edición de Let’s Get Digital si habían comprado la primera, pero sacó la tercera como novedad y dentro de una serie con otros textos suyos. Ahora va por la cuarta y no ha borrado las anteriores.
Debo reconocer que la tendencia en el ámbito angloparlante de crear una nueva entrada por edición me sonaba a estrategia de marketing para exprimir más ventas por parte de la misma audiencia o «resetear» el puesto en la calificación de más vendidos (que a lo largo del tiempo, con los estancamientos normales de ventas y los nuevos lanzamientos, va bajando progresivamente).
Ahora me doy cuenta de que hay una razón importante para hacerlo. El autor destaca la actualización de su texto. Si simplemente sube nuevos archivos en silencio, ¿cómo se enteran los lectores que compraron la versión anterior? Quizás algunos tengan deseos de volver a leer el libro completo, para apreciarlo en conjunto y empaparse de la información nueva (si se trata de un texto de no ficción). Una actualización a lo ya publicado da a entender que no hace falta leerlo todo. No deja claro qué ha cambiado.
Las plataformas de publicación digital ponen el retiro del libro al alcance de pocos clics. En la biblioteca de Amazon KDP, por ejemplo, hay que seleccionar Anular publicación del eBook o Anular publicación del libro impreso.
Cuando se borra una entrada de la biblioteca, desaparece del catálogo, con lo cual se pierden los comentarios de los lectores y la clasificación de más vendidos. Sin embargo, los lectores que compraron el libro lo conservarán en sus dispositivos y podrán descargarlo de nuevo mientras no lo eliminen de su propia biblioteca.
Una nueva edición requiere un nuevo ISBN. El ASIN de Amazon cumple la función de código de identificación para los libros electrónicos; por ende, si hay una nueva edición debería crearse un nuevo libro dentro de la biblioteca.
De igual modo, si se introducen cambios sustanciales en un libro impreso (no solo erratas o detalles), lo mejor es crear una nueva entrada para que tenga otro ISBN. Aquí se aclara la diferencia entre reimpresión y reedición. Dentro del ámbito digital, esta actualización o modificación del eBook publicado sería equivalente a la reimpresión en papel.
Los peligros de la actualización de contenidos
Dañar lo que está bien
Esto es lo que suele ocurrir cuando alguien no quiere volver a pagar por maquetación, corrección de estilo u otro servicio editorial. El autor se siente tan fastidiado con la actualización que quiere sacarla lo antes posible con la inversión mínima de recursos. Sube el nuevo material, confiando en que está bien, pero no lo está.
La actualización de un libro publicado es un terreno fangoso y debe andarse con mucho cuidado. Esa nueva oración puede crear una repetición que antes no existía o chocar con algún detalle colocado más adelante.
Hace unos meses quise incluir uno de mis encargos de maquetación electrónica dentro de mi portafolios. Ese era un trabajo con el que yo había quedado muy satisfecha porque tenía una configuración personalizada de fuentes aplicada a distintos discursos e ilustraciones con ajuste de texto alrededor (cuestión que no siempre recomiendo, pero en ese libro la relación de aspecto de las imágenes se prestaba bien para el efecto). Cuando revisé el fragmento de muestra en Amazon, quedé espantada ante la falta de consistencia de estilos, el efecto estético perdido, la mala visualización de las imágenes. Al salir del estado de shock, me di cuenta de que el autor había subido una nueva versión del libro (manipulada quizás por él mismo con Calibre u otra herramienta de edición), había modificado la redacción de algunos pasajes de texto y cambiado alguna que otra imagen. Como resultado, lo que había pagado por maquetación electrónica lo perdió, ya que su eBook dejó de ser un producto de calidad en ese sentido.
Por eso insisto: si vas a actualizar un libro, debes tomártelo en serio; si no compensa, déjalo tal como está o considera el retiro del mercado.
Cambiar lo innecesario
Cuando el perfeccionismo nos invade, ya no nos convence el texto original. Queremos mejorar la redacción y corregir mil detalles de estilo. Entre una cosa y otra se nos van las horas y los días. No promocionamos el libro publicado porque está en proceso de cambio, pero el cambio es interminable. Caemos en la trampa de la ley de Pareto: nos enredamos en un 80 % de mejoras para una efectividad del 20 %, concentrada en nuestro propio alivio como autores.
El escritor más evolucionado o más crítico que somos se encuentra con el principiante que fuimos y lo quiere cambiar. Es como vivir la fantasía de meterse en la máquina de la tiempo para mejorar lo que hicimos. Con esta situación juego en mi libro de relatos El mito de la segunda parte; por eso, entiendo bien ese deseo de superarnos en una corrección eterna.
No cambiar lo necesario
Una nueva actualización es la mejor oportunidad de revisar la efectividad de una portada o una descripción, proporcionar nueva información sobre el autor y quizás enlazar a un libro más reciente, con lo cual apoyamos una estrategia de promoción. Si se va a hacer un cambio, puede haber otros más necesarios.
En el caso de una nueva edición, deben revisarse aspectos como los siguientes:
- Portada
- Página de derechos
- Página del título
- Metadatos del formulario de publicación, en especial subtítulo, edición y descripción.
- Prólogo o nota a la nueva edición
Pérdida de ventajas
Como mencioné antes, eliminar un libro del catálogo de una tienda digital implica la pérdida de los comentarios de los lectores, quizás publicados a lo largo de los años.
Si alguien te entrevistó o escribió una reseña de tu libro en su blog y enlaza a la página de Amazon, la oportunidad de hallar lectores objetivo por esa vía se pierde (y al bloguero le queda un enlace roto en su sitio web).
Otra ventana de visibilidad que se cierra es la mención entre los productos comprados por otros clientes y la de otras obras del mismo autor. Algunos autores mantienen las primeras ediciones activas en las plataformas de publicación digital porque identifican un potencial de conseguir nuevos lectores y llevarlos al material más reciente.
Cómo actualizar un eBook en cada plataforma
Para propósitos experimentales, me tomé la libertad de actuar contra mi propia recomendación y decidí publicar la segunda edición de Plataformas de publicación digital por medio de la actualización del eBook en todas las tiendas disponibles, en vez de crear una nueva entrada. El libro carece de edición impresa, así que por ese lado no había preocupaciones.
Aquí te cuento la experiencia.
Amazon KDP
Los libros publicados en Amazon aparecen en la biblioteca de KDP con el estado En línea. Al colocar el cursor sobre los puntos suspensivos debajo de Acciones del eBook Kindle, se muestra un menú que permite seleccionar Editar detalles del eBook, Editar contenido del eBook y Editar precio del eBook. Cada una de estas opciones conduce a las tres grandes partes del formulario de publicación. Es posible navegar dentro del mismo independientemente de la sección que se haya decidido editar.
Debajo de Acciones del libro de tapa blanda están las opciones equivalentes para las ediciones impresas.

Amazon fue agridulce en términos de actualización. Pocas horas después de subir el nuevo contenido, Plataformas de publicación digital ya aparecía en el catálogo y fui notificada por correo electrónico.
Me decepcionó la situación para quienes han comprado el libro. En la cuenta de cliente de Amazon, puede aparecer una nota de Actualización disponible para ciertos títulos dentro de Gestionar tu contenido y dispositivos (he aquí las instrucciones).
Mi marido había comprado el libro desde su cuenta, no solo para apoyarme, sino también para permitirme verificar que todo estuviera en orden.
Yo misma recomiendo a los clientes comprar sus propios libros. Si no deseas pagar por ello, puedes ponerlo gratis un día antes de la fecha oficial de venta solo para ti, tus lectores beta y tus allegados. Otras plataformas trabajan con cupones de regalo.
En la biblioteca de mi esposo no salía ninguna advertencia de actualización disponible para Plataformas. Borrar el contenido descargado y volverlo a cargar en los dispositivos de lectura no permitía el acceso a la versión más reciente. En cierto momento, logré que bajara la portada nueva con el texto viejo. En Kindle Cloud Reader pasaba lo mismo. Al fin, chateé con un funcionario de atención al cliente y la nueva edición estuvo disponible en el Kindle después de media hora de intercambio.
¿Se va a dar un lector promedio tanto trabajo por actualizar un contenido?
El formulario de atención al cliente de KDP tiene una opción para avisar de actualizaciones, pero, tras la lectura de los términos, la opción me parece peligrosa, puesto que da a entender que el contenido se actualiza por problemas de calidad, que no era mi caso. Nada más usaría esa opción cuando hubiera problemas de ese tipo.
Apple Books
En teoría, Apple Books dispone de cuatro métodos de actualización de libros electrónicos. El primero, por iTunes Producer, permite modificar todo: metadatos, precios, portada, eBook completo, fragmento de muestra y capturas de pantalla. Esto último, que es opcional, lo recomiendo para destacar contenidos y elementos estéticos dentro del libro.
El segundo método emplea la plataforma Apple Books for Authors, accesible desde Windows.
El tercero, por iTunes Connect, solamente ofrece actualización de metadatos y precios, pero está disponible para cualquier sistema operativo.
El cuarto está dedicado a quienes hayan creado su eBook con Pages y utiliza esa misma aplicación para actualizar lo ya publicado.
Aproveché la nueva versión de Plataformas de publicación digital para probar Apple Books for Authors. La interfaz era muy clara y el procedimiento de cambiar el archivo del libro y la descripción no presentaba dificultad a simple vista, pero el formulario carecía de soporte para etiquetas HTML y no había opción para actualizar las capturas de pantalla. Cuando salió publicado el nuevo libro, la descripción mostraba las etiquetas <i>
y <br>
como texto y aparecía toda en negritas.
Entonces, acudí a iTunes Producer, donde el campo de búsqueda no ubicó Plataformas ni por título ni por nombre de autora (aunque sí funcionó cuando lo hice en diciembre) y tuve que colocar el ID del libro. La ventana que se abre a continuación no muestra ni la portada ni las capturas de pantalla. Se sabe que siguen allí por el nombre de archivo que se lee al colocar el cursor por encima. Borré los cuadros vacíos que correspondían a las capturas anteriores y arrastré las nuevas.

Tras la actualización, noté que se me había pasado ajustar el signo & de Barnes & Noble Press, cuyo paso por Apple Books for Authors lo había dejado como Barnes & Noble Press. Allí tuve oportunidad de aplicar el tercer método, pero, por alguna causa, el cambio, a pesar de intentarlo tres veces, no abrió ticket en iTunes Connect y no pasó al catálogo de Apple Books. Entonces, volví a iTunes Producer para cambiar el &.
Me gusta Apple Books en muchos sentidos. Lo he recomendado ampliamente, pero podría esperarse más del proceso de actualización.
Por fortuna, en la aplicación Libros de Apple se puede acceder fácilmente al historial de compras y quienes han adquirido el libro pueden descargarlo de nuevo.
Kobo
La actualización de Kobo Writing Life consiste en volver al formulario de publicación, el cual se abre para cada título en la pestaña eBooks. Después, hay que revisar cada paso, cambiar lo necesario y volver a publicar. En el caso de Plataformas de publicación digital, el nuevo contenido estuvo al aire en menos de 5 horas. Recibí un correo de Kobo con el anuncio de la actualización.

Una desventaja de actualizar con Kobo es el hecho de que los clientes que han adquirido la primera versión no tendrán acceso a la nueva.
Google Play
El formulario de Google Play ha cambiado mucho desde la primera edición de Plataformas. Ahora, hay que ubicar el libro en el catálogo. Se puede acceder a las distintas partes modificables desde el resumen o desde el menú lateral. Los nuevos contenidos requieren cierto tiempo en procesarse, pero estuvieron disponibles en pocas horas.

A Google Play subo una versión PDF que no publico y un EPUB para la venta. No me interesa vender un PDF no interactivo por la gran cantidad de enlaces en mi libro, que son de utilidad para reforzar la información, pero sí quiero una presentación estética de mi contenido en Google Libros, como la que se ve aquí.
Desde Mis libros los clientes de Google Play pueden acceder con facilidad a la versión más reciente de un eBook.
Lektu
La primera edición de Plataformas de publicación digital no se publicó en Lektu, pero sí tuve oportunidad de actualizar al subir la versión 2.2.
En un comunicado del 17 de agosto de 2021, Lektu anunció que no recibiría más altas (información ya incluida en esta nueva versión de Plataformas), pero que se mantendría la gestión de contenidos. En efecto, pude actualizar mi libro en Lektu sin el menor inconveniente, al revisar el formulario de la obra dentro del catálogo.

Lektu maneja un concepto de edición peculiar. La edición (electrónica) es el paquete que se descarga el cliente. Dicho paquete puede estar compuesto por uno o más archivos, lo que en términos de la plataforma se conoce como versión. En Lektu vendo tres versiones de Plataformas: EPUB, MOBI y PDF. El lector que compre dicha edición podrá descargar cualquiera de las tres versiones.
La ventaja de la actualización de Lektu es que está disponible de inmediato y desde el panel de administración se puede comprobar con un clic a Ficha pública. Esto se debe al hecho de que tras la primera alta de material todo lo demás funciona sin filtro y se modifica de una vez.
Lektu envía un correo a los compradores de un libro cuando se actualiza una versión.
Smashwords
Uno de los aspectos que critico de Smashwords es su interfaz desactualizada y el proceso poco intuitivo, pero al menos es confiable y consistente. No nos sorprende con un cambio a cada rato.
Dentro del Dashboard, hay que ir a Book Summaries, ubicar el título del libro y, en la columna Status, hacer clic en Settings (para la descripción, metadatos y otros accesos), Upload New Version (para el interior del libro) y Upload New Cover para la portada.

Smashwords confirmará si la nueva versión cumple los requisitos del catálogo premium, es decir, si puede distribuirse a otras tiendas. En el caso de Plataformas de publicación digital, recibí por correo electrónico una advertencia del chequeo automático (con el asunto «Possible Misidentified Publisher Error«).
Este mensaje ya lo había recibido con la primera edición. Se refiere al error de identificar a una plataforma de publicación como editora de la obra. Por el tema, menciono varias en el interior del libro y quien lo lea se da cuenta, así que ignoré el mensaje. Al día siguiente, me llegó la notificación de que el libro había sido aceptado en el catálogo premium.
Dentro del Channel Manager, aparece cada una de las plataformas a las que Smashwords distribuye y se indica cuándo se envió la última versión. Pude comprobar que el envío se realizó correctamente en alguna que otra tienda adicional.
Gumroad
Esta es otra plataforma con cambios en su interfaz desde la primera edición de mi libro. Aunque escribo sobre WooCommerce y dispongo de los requisitos para montar mi propia tienda con ese plugin, Gumroad me ha enamorado desde que lo conocí por la cantidad de opciones de venta en medio de una gran facilidad de manejo.

Actualizar es tan simple como ir a la ficha del producto y cambiar lo que haga falta. Al subir nuevos archivos, se ofrece la opción de avisar a los clientes que hayan adquirido las versiones previas. Se puede personalizar el correo con el aviso y revisar luego la tasa de apertura.
Respirando después de una nueva edición o actualización
Me da gusto anunciar que tengo ya a la venta el material más actualizado en cuanto a plataformas de publicación digital en español. Es un esfuerzo mantenerme en la cresta de esta ola, pero mi análisis me dio a entender que sí merecía la pena continuar allí. La tabla que doy como regalo a mis suscriptores también está actualizada.
Viví en carne propia lo que implica modificar un libro publicado en siete plataformas. Lo que dice Ana González Duque en esta experiencia es muy cierto. Me tardé cuatro horas en el proceso, sin contar el tiempo invertido en reescritura, comprobación de enlaces y revisión general. Incluyo el de llevar el registro de cambios, verificar la publicación correcta en los catálogos de cada tienda, los diferentes intentos con Apple Books (que sumaron una hora) y los ajustes necesarios en mi página web.
Es fácil actualizar y a la vez no lo es. Como en toda decisión en torno a la publicación de un libro hace falta analizar los pros y contras.
No siempre hay que crear una nueva edición o dedicarse a actualizar, pero, si dejar erratas e información caduca te incomoda, es mejor solucionar los problemas, pues, de lo contrario, el miedo te impedirá asumir la promoción.
Al actualizar, demuestras que quieres dar lo mejor de ti, que también evolucionas. Lo mejor no puede ser un manuscrito plagado de errores, ni un eBook con avisos de calidad, ni uno cuya información no se comprobó.
Hay una parte de este proceso que resulta agotadora, pero el resultado de tener gente leyendo tu libro y que sea útil lo vale.
¿Has actualizado un libro? ¿Cómo ha sido tu experiencia? Compártela en los comentarios.
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¡Qué trabajazo con las plataformas, Valentina!
Felicitaciones, una vez más, por la constancia y por el libro, que siempre recomiendo a todos los autores y consulto (y gracias por la mención).
Un abrazo, Mariana.
Muchísimas gracias por tus palabras y por tu recomendación, Mariana. Otro abrazo para ti.