Cuando estaban en el restaurante, Yanitza y Rodulfo oyeron la sirena de una ambulancia muy cerca de allí.
—¿Qué será eso? ¿Algún accidente? —se preguntó Yanitza.
—No. Acaban de envenenar a una persona aquí mismo, en el restaurante.
Yanitza volvió su cabeza hacia los lados, antes de desplomarse sobre la mesa.
Este relato forma parte de El mito de la segunda parte. Segunda edición ampliada, corregida y trastocada.